22/6/12

LA DERECHA EN PARAGUAY: LA DISTANCIA ENTRE DIOS Y EL SER HUMANO


Lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar,
su brillo puede alcanzar la oscuridad de otras costas[i]


Dicen las sagradas escrituras, que el mal no es más que la distancia entre Dios y el hombre. Hoy se ha consumado otro plan funesto de la maligna derecha latinoamericana en Paraguay, ubicada en el corazón de Latinoamérica. EL presidente Fernando Lugo, ha sido destituido por un congreso absolutamente traidor a los intereses del pueblo paraguayo, en un proceso de lenta pero efectiva conspiración nacional e internacional-imperial, que se presenta como la versión corregida de lo sucedido en Honduras. La receta funcionó, recordemos que Lugo atravesó una lucha particular contra el cáncer que ganó, pero que ha servido entre otras argumentaciones miserables para inhabilitarlo, tal como pretendieron hacerlo los miembros de la derecha venezolana con nuestro presidente Hugo Chávez; asimismo se le atribuyen diversas acusaciones por presunta paternidad irresponsable, igualmente montaron el necesario acto con sangre, el asesinato sistemático con francotiradores de 17 campesinos en un presunto “enfrentamiento” por tierras que pertenecen a un reconocido político paraguayo.

Esto se amasó desde los medios de comunicación serviles cuya estrategia más utlizada es el discurso que busca confundir a la audiencia e igualmente se nutrió así el laboratorio de rumor centrado en asuntos personales más que políticos. Curiosamente, esto sucede en un año crucial para la avanzada revolucionaria de gobiernos y líderes con pensamiento y obrar antagónico al sistema capitalista, es decir de corte progresistas. En un análisis sociopolíticamente sensato, no podemos dejar de observarnos como parte de una TOTALIDAD y lo que acaba de suceder en Paraguay debe ser tomado en cuenta para el blindaje necesario ante semejante fórmula golpista. Porque fue un golpe de estado parlamentario, mediático y quizás, porque no, sazonado con torpezas políticas del propio Lugo, sin perder de vista que el parlamento casi en su totalidad esta en manos de la oposición. 

Venezuela se encuentra en proceso de relegitimación del candidato de la patria y actual presidente Hugo Chávez. Que no se les ocurra a esta derecha nacional e internacional, semejante aberración ni legal – ilegitima ni gorilista – empresarial en nuestra patria. Este pueblo no está desmovilizado, despolitizado ni desarmado a pesar de la labor minuciosa de algunos actores dedicados a ello. Debemos estar alertas ante estos hechos que anuncian los planes en marcha desde hace rato en América Latina, por parte de intereses internacionales imperiales, no sólo estados unidos estaría detrás de estas bastardas acciones. Creo firmemente que sionismo financiero internacional, tiene sus garras clavadas en el corazón de Nuestra América.

El pueblo paraguayo está desmovilizado y despolitizado, precisamente por esos discursos que acomodadamente se profieren desde las distintas instancias de reproducción ideológica (iglesia, escuela, trabajo, medios etc.). Es fatal negar la incorporación de los asuntos políticos en la cotidianidad de los pueblos. La despolitización se ha traducido en la desmovilización de los pueblos y en consecuencia en la posibilidad de encontrar un pueblo dócil ante la inaceptable transgresión de su dignidad. Serán esclavos en un estado liberal y muy burgués que no tendrá piedad para evitar de nuevo, el asomo de un cambio profundo en sus estructuras a favor de la clase trabajadora, del pueblo, del socialismo. 

Ahora vemos al hombre, ya destituido, por un aberrante juicio político viciado, pidiendo públicamente que no se reprima al pueblo. Quizás porque conoce la tradicional práctica represiva de las fuerza armadas paraguaya. Ruega, casi que de la misma manera que lo hizo monseñor Arnulfo Romero en la horrorosa época de asesinatos sistemáticos en El Salvador, para  que no se arremeta contra el pueblo que quiera manifestarse públicamente. 

Sin embargo, desde la conciencia armada, desde la Revolución Bolivariana y Latinoamericanista que está avanzando, se pide: levántate pueblo, no permitas que te dobleguen nuevamente, que te arrebaten la posibilidad de un presente y futuro distinto, desátate paraguayo que el parlamento se merece un juicio popular.

Que nuestra Revolución alumbre la oscuridad que abraza el presente de Paraguay.


[i] Canción por la unidad latinoamericana. Cantautor cubano Pablo Milanés.
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