21/12/08

Decolonización en Abya Yala*


Micro reflexión a partir de la revisión de material recomendado (Mignolo W.) y la idea de Miedo y Placer en nuestra cultura. (El presente papel es un planteamiento inacabado. Es sólo un tropel de ideas con relación a un tema. Para la discusión)
Nuestra cultura (europea) descansa totalmente en la coerción de los instintos. Todos (y – a decir nuestro- todas) y cada uno (a) hemos renunciado a una parte de las tendencias agresivas y vindicativas de nuestra personalidad, y de estas aportaciones ha nacido la común propiedad cultural de bienes materiales e ideales[1]

A decir de los expertos en cuanto al estudio de la psique, los instintos son principios básicos convencionales[2] y se encuentran íntimamente articulados con las emociones. El miedo es libre, señala sabiamente la voz de mí pueblo. Es una emoción radicalmente popular, pues lo experimentamos todos los seres vivos. Esta emoción no tiene bandera. Para los seres humanos, es parte del bagaje de manifestaciones psicosociales, orgánicas y emocionales que le conforman y se encuentra íntimamente compenetrado con uno de los tres instintos básicos más importantes: conservación o sobrevivencia. El placer por su parte, se encuentra asociado como emoción y fin en el sentido utilitario del término (éste último sólo para la mitad de la especie), a otro de nuestros instintos básicos: sexual y/o de reproducción. Estas dos emociones han sido parte fundamental de la construcción de la libido social y de la consolidación en nuestro continente Abya Yala de la matriz colonial de poder.

Tanto miedo como placer (que no el goce), han marcado la pauta en las relaciones humanas, de manera clandestina y en oposición análoga a la razón kantiana y al logos cartesiano. Un toque de locura (Dionisos! dirían los que le rinden culto a la cultura Griega) se apodera de los seres humanos en la mayoría de las relaciones sociopolíticas que se construyen, en especial cuando se realiza tal práctica desde la concepción miserablemente maquiavélica de prosecución de poder y dominación del Otro. En este caso, ambas emociones han sido inhibidas y controladas en la especie a conveniencia del violento orden sexual/cultural dominante (androcentrico).

Las mujeres, hemos tenido que apelar a estrategias de mimetización, ilusión o simulacro para sobrevivir e igualmente podemos decir que en definitiva el instinto sexual femenino ha quedado inmerso en la lógica del sentido utilitario como “fin”, el cual no es más que: el sostenimiento de la especie, es decir, la reproducción. Lo que es en todo caso, parte de la cadena de sostenimiento biológico del actual modo de producción capitalista y del antiguo modo feudal de esclavización. Se trata del interesado “eterno femenino”. Las mujeres hemos representado un monótono sentido utilitario como garantes de la supervivencia de la especie, garantes del espacio privado necesario para la reproducción de la lógica de dominación – subordinación (hogar), garante de las unidades de producción de los modos de explotación económicos que históricamente han imperado y satisfactoras de los instintos sexuales masculinos (me refiero al asunto tocado por Freud en cuanto al primer grado cultural en el cual se ubican los hombres).

La violencia, en especial la simbólica[3], ha sido el dispositivo legitimador del estatus quo del orden socio sexual económico burgués. Se sostiene a través de mecanismos de anulación de la conciencia y del cultivo de contravalores. La falsa conciencia en este caso, es la que se consolida mediante el estimulo de instintos básicos de sobrevivencia y sexual (bien sea por placer o por reproducción), desde este enfoque masculino será la pulsión, el motor que mueva la historia de la especie humana. Será entonces a decir de Bourdieau, la lucha cognitiva la que permita sublevarse e insurgir en contra del estado de cosas y de las realidades sexuales troqueladas forzando un nuevo estado de relaciones sustentadas en la condición humana de respeto e igualdad real. Intentando cerrar la milenaria brecha entre hombres y mujeres.

Es mi parecer, que hay contribuciones puntuales que no pueden ser apartadas por el hecho de formar parte de la herencia euro occidental, tal es el caso del análisis de los pensadores y estudiosos de la psiquis (Freud, Jung, Lacan, Deleutze, Zizek, etc.). Sin embargo, debemos acercarnos críticamente e intentar superar los atavismos culturales. Es así que en nuestra tierra, se observan estudiosos cuyas derivaciones y análisis se inscriben en estas corrientes y escuelas, es decir no se percibe el urgente e histórico desprendimiento epistémico en la búsqueda de respuestas en cuanto a la constitución de la psique del latinoamericano desde su propio ser, sin dependencias de otros escenarios de análisis que, culturalmente se constituyen en mecanismos de reproducción de la opresión y subordinación dentro del orden socio sexual económico.

Freud, Sigmud (1856-1939), uno de los llamados filósofos o maestros de la sospecha, señalaba que el preconciente precedía la constitución del inconsciente y que existían tres grados culturales de organización que estaban vinculados con los instintos sexuales: el que va más allá de la reproducción (cuyo fin es el placer); el grado cultural que se centra en la reproducción y por ende restringe la función sexual a la reproducción y; el grado que permite la reproducción como fin sexual (placer)[4]. Señala Freud que el hombre en este sentido se ubica como un ser cuyo instinto básico sexual no guarda como fin la reproducción sino el placer. Entonces la emoción que rige al hombre es el placer y la pulsión que siempre se traducirá en dominación, me pregunto ¿Cuánto miedo puede desatar en un pensador (a) troquelado (a) desde la red opresora y legitimadora del estatus quo del pensamiento euro occidental la posibilidad de abandonar la seguridad de las teorías y conocimientos pre-existentes, abandonar el grado cultural asignado desde el orden socio sexual económico burgués y de-construir incluso las aparentes corrientes teóricas de avanzada hasta lograr pararse en el real punto de inflexión (hablando desde el lenguaje cartesiano)? Considero, que hasta que la ruptura epistémica o más bien rotura no se alcance, no estaremos al frente de la emergencia de lo requerido históricamente para la creación de lo otro posible. El sueño, pasa por dejar el miedo culturalmente impuesto y buscar el placer negado/controlado.

Otro autor que sienta una posición interesante y en contradicción crítica con Freud, con relación al asunto del orden económico sexual y social burgués de silencio, es Michel Foucault (2006:10-18). Este señala que dicho orden se sustenta sobre tres pilares de dominación: prohibición, inhibición y mutismo los cuales están vinculados a la posibilidad de conocer-saber y al puritanismo de la modernidad (y colonialidad a decir nuestro). Estas tres acciones irrigan los espacios públicos y privados de las relaciones de dicho orden cultural imperial.

Luego de la anterior reflexión y en contraposición con uno de los planteamientos que se hicieran en 2003, Mignolo y Arturo Escobar; pienso que la teoría crítica de Horkeimer en nuestra Abya Yala no necesita transformaciones para posicionar temas como el género, la raza y la naturaleza en un escenario conceptual y político, pues es contradictorio con la posibilidad de avanzar en el desprendimiento epistémico. No se trata de crear una “Escuela de Frankfurt” a lo Suramericano (lo cual no significa desmeritar todo lo que allí se ha construído). Se trata de desplazar, soltar, buscar y parir.

Mignolo, nos invita a superar el orden cronológico que determina la historia de los invadid@s por el poder colonial; nos invita a reconocer los saberes invisibilizados especialmente en agentes históricos como Waman Poma de Ayala (Perú), el negro Cugoano, quizás diría también en indias como la Cacica Apacuana (Mariche-Venezuela) Micaela Bastidas (Perú) como fundamento epistémico de una nueva razón decolonizada, de resistencia, valiente que de ninguna manera se plantearía la búsqueda del consenso o reconocimiento con quienes nos han rechazado y eliminado sistemáticamente nuestra herencia originaria, así como nos han dominado a través del reino de la violencia en todas sus expresiones. Me parece que en este sentido, de esta forma, ciertamente todos y todas representan el pensamiento decolonizado y fronterizo[5] .

Notas
*Significa tierra fecunda en idioma del pueblo originario Kuna, antiguos habitantes de lo que hoy se conoce como Panamá y Colombia. Asimismo, se sospecha que los Mayas también usaban dicho término antes de la llegada de los invasores españoles en el siglo XV para llamar a lo que luego de la invasión se denominó América. En: Fundación Abya Yala. (on line) En: http://www.ceimigra.net/viejaweb/ceim_home/jornadas_bolivia/PresentacionABYA-YALA.pdf
[1] Freud, Sigmud. Lección No 29. La moral sexual “cultural” y la nerviosidad moderna. 1908. (On Line) En: http://www.elalmanaque.com/psicologia/freud/29.htm
[2] Freud, Sigmud. Lección No. 89. Los Instintos y su destino. 1915. (On Line). En: http://www.librosgratisweb.com/html/freud-sigmund/los-instintos-y-sus-destinos/index.htm
[3] Bourdieu, Pierre. La dominación masculina. Pág.12. Violencia Simbólica: violencia amortiguada, insensible e invisible para sus propias víctimas, que se ejerce esencialmente a través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento.
[4] Freud, Sigmud. Lección No 29. La moral sexual “cultural” y la nerviosidad moderna. 1908. (On Line) En: http://www.elalmanaque.com/psicologia/freud/29.htm . Señala el autor de manera taxativa: Ateniéndonos a estas fases evolutivas del instinto sexual, podremos distinguir tres grados de cultura: uno, en el cual la actividad del instinto sexual va libremente más allá de la reproducción; otro, en el que el instinto sexual queda coartado en su totalidad, salvo en la parte puesta al servicio de la reproducción, y un tercero, en fin, en el cual sólo la reproducción legítima es considerada y permitida como fin sexual. A este tercer estadio corresponde nuestra presente moral sexual «cultural».
[5] Surge de la diferencia imperial/colonial del poder en la formación de las subjetividades. En: Mignolo, W. Giro decolonial. s/d, e/f.

9/11/08

Dignidad y Gratitud Revolucionaria

A propósito del Concurso de Oposición (5/11//2008) y el asunto de lo "no inédito"
En principio, debo reconocer orgullosamente que la fuerza del pueblo en cualquiera de los escenarios en los cuales ésta se manifieste, es sencillamente poderosa y sublime. No hay nada, absolutamente nada que pueda suplantar el valor o el significado de lo que representa la fuerza del pueblo cuando ella se hace sentir por convicción en lo que cree.

Cuando ingresé a la Universidad Bolivariana de Venezuela en el año 2004, perfilé desde las discusiones hechas dentro del Proceso de Inducción Docente (PID) una práxica docente que se haría extraña a la tradición y a la no tan tradición educativa. Entendí en aquel momento que sería todo un reto mantenerme dentro de la universidad tal como estaba concebida.

Luego de cuatro largos años de interactuar especialmente desde proyecto, con no menos de seiscientos estudiantes y nueve comunidades del eje metropolitano. Comprendí lo delicado, revolucionario e histórico del proceso que estábamos vivenciando. Los y las que me recriminaban por esa diferencia dentro de la propia UBV, hacían lo suyo para detener y domesticar tal práxica, pues no se adecuaba (aún hoy) a los formalismos.

A pesar de las batallas y de las contradicciones propias de un proceso histórico como el que estamos viviendo en todas las estructuras. Siempre, siempre, siempre estuvieron allí apoyando, sin dudar, dando fe, todas y todos aquellos que me conocían y hacían vida desde las bases de lo que es la comunidad UBV. Nunca perdieron la fe, ni dudaron de mí quehacer pedagógico y humano. Pero fueron y serán los y las estudiantes y los vecinos/as, quienes me han dado la más grande y contundente manifestación de solidaridad. Son una lección de vida. Qué hermoso es sentirse amada por tantas almas, no imaginan la satisfacción HUMANA y a la vez la vergüenza que siento de no encontrar como retribuirles sentidamente tanto amor, respeto y reconocimiento. En verdad, no hay mejor legitimación que la que Ustedes me han dado. El reconocimiento formal de la institución, es realmente vergonzoso y mezquino ante el reconocimiento popular, que es grande y noble. Ese reconocimiento popular ya se ha concretado y la propuesta pedagógica no escuchada tiene 300 firmas, 300 puntos! Eso es invalorable.

He reflexionado. Se me acusaba ayer, tanto como hoy, que manipulo estudiantes. Que repulsiva, irrespetuosa y despreciable concepción tienen de l@s estudiantes, quienes no entienden y jamás entenderán ese tejido invisible e invencible que se hace desde lo meta cognitivo y cognitivo contextualizado en la vida dentro de una relación educadora-educando-mundo totalmente transgresora y transformadora. Es el famoso Método de la Concienciación y la famosa objetivación, muchachas y muchachos, de la que hablaba Freire. Muy humano esto, así que ¡al carajo tal concepción y actitud de menosprecio que se ha manifestado!.

Ahora, confieso que no me arrepiento de todas y cada una de las cosas que he vivido dentro de nuestra querida UBV. Que no se trata de un asunto material o personal, que lo más importante es saber que el colectivo está claro y consciente, que la lucha no termina aquí y, que hemos dejado huella en algunas de las páginas de la historia de nuestra UBV. Entonces, como diría Fidel, que ella sea quien nos condene o nos absuelva.

A Ustedes, todos y todas, Estudiantes, vecinos/as, obreros/as, Educadores/as, que me han manifestado todo el apoyo en este ahora: mi eterno reconocimiento y agradecimiento. Abrazo solidario y Revolucionario!

Ingrid Castillo
Antes morir de pie que vivir de rodillas[1]*
Patria, socialismo o muerte
¡VENCEREMOS!

[1] En Discurso pronunciado por la Pasionaria (Isidora Dolores Ibarruri) en un gran mitin de solidaridad con el pueblo español, celebrado en París, en el velódromo de Invierno, el 8 de septiembre de 1936.

25/10/08

Cuento de muerte

Es sábado, son las 6:30 p.m. Estamos hablando en casa de Chávez, del feminismo socialista, y de Louise Kneeland y la incompletitud que tienen los socialistas que no son feministas. Mi madre cocina para Sara, mi sobrina. Mi padre absorto con la televisión viendo el evento político del Presidente con las mujeres. Yo observando y la niña Sara jugando en la mesa del comedor y escuchándonos. Sin embargo, hablamos.
Suena el teléfono, lo tomo y al otro lado se oye la voz de mi hermano, angustiado porque hubo un tiroteo en las adyacencias de la bomba de gasolina que está en la avenida. Es decir, cerca del sitio donde él habita. Nada.
Miro a mi papá y le hago señas para que llame a mi otro hermano que se encuentra en la calle. Mi padre entiende, apaga la televisión y llama, no hay comunicación posible con mi hermano. Éste trabaja de moto taxista en el mismo lugar dónde hubo el tiroteo. No responde el teléfono. El mutismo se adueña de todos como un demonio perverso, nos contorsiona la lengua y llena de vacíos nuestros estómagos.
Mi padre cuelga el teléfono, mi madre se llena de una angustia incontenible. Ella, experta en el arte de las señas cotidianas, entiende lo que no se dice y el significado de dichas señas. Se pone pálida, tiembla y sus ojos brillan. Pareciera que el tiempo se detiene o suspende para todos. Mientras, en la callejuela del frente de la casa, hay un alboroto típico, los vecinos cuya poderosa cualidad es el manejo óptimo de la información de cada vecino o vecina, ejercen la obligada guardia en las respectivas aceras de sus casas. Allí se derriten esperando, oyendo, conversando, mirando. Ellos, amos de la información en el barrio, nunca comparten con aquellos diferentes, las intimidades de nuestras callejuelas. Tejen y destejen las vidas, sus vidas como arañas ociosas.
La callejuela es esbelta, quizás mide un metro y algo más de ancho, ella está por encima de la avenida y pegada a su amado cerro. Camina paralela, oculta a la avenida principal dónde está el comercio, la estación de gasolina y las viviendas aparentemente privilegiadas. Los niños y las niñas agitados corren de una esquina a otra y juegan sobre ella, juegan a la vida.
La pregunta de rigor, hija de la angustia, sale de la boca de mi madre ¿Pasó algo? Le respondo con una evasiva e inmediatamente, le digo a mi papá que se acomode para bajar del cerro a la avenida a ver qué pasa con mi otro hermano, pues hubo un tiroteo. No más.
Así lo hacemos. Llegamos al sitio, luego de atravesar un mar de alertas humanos. El olor a miedo eriza los pelos, los carros casi paralizados, la chica del alquiler de teléfono de la esquina está desencajada y recogiendo nerviosa sus enseres. La licorería que se encuentra en la otra esquina de la avenida y sus clientes se encuentran estremecidos, la paga se puede ir y las barras de hierro que protegen el negocio del hampa ahora son un impedimento para la cobranza. La pálida luz del poste no da para mirar bien las huellas de la Muerte, ni siquiera la guadaña con todo y su brillo. Huele a sangre.
Avanzamos cautelosamente y en la esquina donde cayeron los vivos ahora muertos, se ve sangre regando la pata del poste de luz. Los mirones observan impávidos. Dan vueltas al sitio como si fuese un ritual. Nadie dice nada, pero el ruido es ensordecedor. Los vehículos serpentean, éstos no andan se arrastran y casi detienen su marcha frente al lugar.
Ahora, pasan por la avenida manchas grises, armadas, huelen a ira a dolor, los calibres son diferentes, van muy veloces. Van desesperados, buscan. El otro, el sobreviviente está huyendo y no es uno de ellos, no está de gris. No se sabe si son otros o uno sólo el que se ha bebido la vida. La clandestina complicidad, obligada y silenciosa, aparece ahora todos saben hacia dónde se dirigió, pero nadie le vio.
Mi hermano aparece, está en la esquina dónde habitualmente hace parada para taxear. Está acompañado de otro motorizado. Ambos cuentan que se acercaron al sitio cuando se inicio el tiroteo, pero que tuvieron que refugiarse cuando el otro armado, disparó en la cabeza a uno de los hombres de gris y luego continuó disparando sin ningún remordimiento, a cuanta sombra le rodeaba amenazante. Muchos cayeron ante la frenética e irreverente actitud de indiferencia por la vida. Palidece el muchacho contando aquella experiencia, describe como de la boca del hombre de gris vivo y ahora muerto, efervecía sangre de su boca. Se le iba la sangre, se le iba la vida. Su cuerpo brincaba en el piso, dice, como si algo quisiera salir de la carne, el poste fue testigo de aquel exorcismo. Los otros caídos han corrido con mejor suerte, les quedo algo de sangre, es decir de vida. Todo está lúgubre. La muerte brilla.
Ahora, el sermón de mi padre. Mi hermano, oye indiferente. Veremos. Retornamos y un alivio casi morboso saca los vacios que estaba en nuestros estómagos.

En casa, mi madre está sentada en el mueble de la sala, quince gotas de preciosa valeriana han domado las ansias y la angustia de su cuerpo. Nos pregunta. Le respondemos, que nada no le ha pasado nada. Sólo hay dos muertos y muchos heridos, pero podemos contarle sólo acerca de uno de los muertos. No te preocupes, él ya viene, le dice mi padre. Mi sobrina ha dejado de comer perdió, quién sabe dónde, el apetito. Ella es así. Ahora juega con sus dedos en la boca, creo que sus dientes están batallando con sus uñas.
Las casas de nuestro barrio son la mejor demostración del saber popular en cuanto a la construcción. En nuestro barrio tenemos toda clase de profesionales no titulados. Hay quién pega cerámica de forma magistral y muy limpia, el plomero, el electricista, el maestro de obra y hasta el que diseña. Asimismo no hay que ir muy lejos a buscar quien pegue un cierre, coja un ruedo, haga tortas, de clases, pinte una pared o arregle un artefacto electrodoméstico.
Han tomado por asalto el Bloque, dice mi padre. Quién había subido a la platabanda de la casa a cavilar. Mi otro hermano, llama y confirma lo dicho por mi padre. El es un brujo urbano. Hay mucho plomo, dice. Allá en el bloque morocho, eso está feo.
Desde la casa se puede ver los bloques de la urbanización adyacente al barrio. Según, estas viejas cajas verticales fueron construidas cuando el gobierno del tachirense Medina Angarita, por allá por la década de los cuarenta. Y mi padre ha visto como han caído las luces de los apartamentos. Pareciera un rostro que se traga a si mismo antes de recibir el golpe. Esta obscuro, la muerte de nuevo baila.
La comunicación y la información se hace mediante los alertas humanos, cada quién desde su óptica, cada quién aplica su estilo, le adereza, le quita. Sin embargo coinciden: son dos muertos y siete heridos. Se oye el eco de sonidos secos y secuenciados.
De pronto el silencio, ya en el balcón en lo alto de la casa, arriba de frente al amplio mar que se ve a lo lejos y oteando la cadena de cajas de concreto y las láminas que se ven desde la casa, intentamos retomar lo que extrañamente hacíamos antes de que la rutina nos asustara. Ahora son las 7:38 p.m.

24/10/08

Poseída

Estábamos bien, y poco a poco empezábamos
a no pensar. Se puede vivir sin pensar. [1]
Primero que nada, debo declararme NO POSMODERNA, no soy. Actúo desde la negación quizás hasta absurda, pero igual niego. Es como estar posesa, se que existo y no soy. Está dentro. Me rehúso ser el reducto complejizado, confuso y agotado de una modernidad ilustrada que es ajena a mi génesis y cuyos resultados son el prioritario y avasallante crecimiento del mercado, las posesiones territoriales, las aberraciones contra la especie, la explotación-depredación sin piedad del ecosistema, el control social o la sobreproducción mediante el uso de medios químicos, bacteriológicos, la profundización de las abismales diferencias entre unos y otras, el desenfado consumista sin sentido (más bien con la intención que los dueños de medios le han dado), el control y la manipulación mediática, el cultivo de las miserias humanas, la indiferencia por la vida.

Suelto las barandas de las pre-nociones cognitivas que hasta ahora me han determinado. La primera lucha es contra una misma. Luego, la caída es vertiginosa. Porque sí, debo reconocer que estoy altamente alienada, contaminada por el veneno del proyecto único civilizatorio y de una historia y de una realidad no mía, que se abrogó el derecho a determinarme, conceptualizarme, decretarme, ubicarme. Mi mente se resiste a hablar desde los postulados de otros u otras, sin embargo hablo, y lo que es peor, pienso y analizo como ellos. Escudriño lo pasado, mi pasado el más lejano, encuentro y no hallo como recogerlo, como no pensarlo. Una sensación de vacío y ansiedad se presenta. Algo clama porque implosione el ser y deje de pensar como ellos. Deberé morir para esto. Morirá la que era. Insurgirá la que debe ser. Será solo mi yo, luego buscaré en las miradas, las palabras, los movimientos los y las iguales. Porque hay más, debe haber más.

Cada vez que intento rebelarme, desdoblarme, salirme, encuentro largos pasillos, pálidos y repetitivos, bañados por una luz amarillenta cargada de cosas que se suspenden en el pesado aire, de intentar ver la luz una se enceguece. Estos pasillos están llenos de procesos masticados por otros. Cuesta caminarlos, digerirlos. ¿Por cuál motivo he de andarlos? Cada pasillo se estrecha a medida que cuestiono, pregunto, me pregunto. Arrebata el aliento. Cada pasillo contiene cosas y gentes que me son familiares, conocidas y, quizás cuando sea la que debo ser, las desconoceré o las reutilizaré o las olvidaré. Seguramente tendrán otro sentido, razón por la cual les colgaré en alguna esquina.

Necesito exorcizar esto. Quien pueda realizar la tarea, es porque habrá encontrado la salida a los pasillos. Se habrá emancipado, encontrado. Espero que el vaho saliente producto del conjuro, no se pose en otra u otro. No es la intención resolver para dañar. ¿Será que el conjuro existe? Posiblemente sí. Estamos ante las posibilidades. Lo que derrumba la idea posmoderna de la incertidumbre pero también la moderna de la certidumbre. No es una alternativa entre dos, No. Es una opción a 360° de ambas tendencias hegemónicas y culturales. Soltando pues. Que han llegado los y las que legítimamente tienen que tomar la casa.


[1] CORTAZAR, Julio. Bestiario: todos los fuegos, el fuego. Casa tomada. Buenos Aires. Editorial ALFAGUARA. 2007. Pág. 16.

12/8/08

Dedicada a los pobretólogos y pobretólogas

PREGÓN
Mario Benedetti
Señor que no me mira mire un poco
yo tengo una pobreza para usté
limpia nuevita bien desinfectada
vale cuarenta se la doy por diez
señor que no me encuentra
busque un poco
mueva la mano desarrime el pie
busque en su suerte en todos los rincones
piense en las muchas cosas que no fue
le vendo la pobreza es una insignia
que en la solapa puede convencer
qué cosas raras pasan en el mundo
usté tiene agua
yo no tengo sed
tiene su cáscara
su Dios
su diablo
su fe en los cielos y
su mala fe
lo tiene todo menos la pobreza
si no la compra llorará después
va como propaganda como muestra
quizá le guste y le coloque cien
pobreza sin los pobres por supuesto
ya que los pobres nunca huelen bien
pobreza abstracta sin harapos pulcra
noble al derecho noble al revés
pobreza linda para ser contada
después del postre y antes del café
señor que no me mira mire un poco
yo tengo una pobreza para usté
mejor no se la vendo le regalo
la pobreza por esta única vez.

21/6/08

Breve análisis: Irving Goffman. Estigmas o entre normales y estigmatizados/as


Cuando normales y estigmatizados se encuentran frente a frente, especialmente cuando tratan de mantener un encuentro para dialogar juntos, tiene lugar una de las escenas primordiales de la sociología.[1]
 
Imagen: Desnuda. Dario Morales. Carboncillo.
Irving Goffman (1922-1982) se dedicó al estudio de la sociedad y la psicología social. Goffman, de origen canadiense, ha sido señalado como uno de los fundadores del Interaccionismo Simbólico. Su más grande contribución ha sido precisamente el rescate en un momento clave de la disciplina sociológica, de lo que aparentemente pasa inadvertido, lo trivial, lo ritual, lo cotidiano: la interacción de los y las individuas (en este caso normales y estigmatizados/as). Es así, como su teoría se encuentra entre dos escenarios: el social y el psicológico. De allí el uso del termino orden interactivo. Goffman, ha sido de alguna manera visto con recelo y duramente criticado por aquellos otros teóricos que consideran que la Sociología es una ciencia aséptica, objetiva y rigurosa. Y por ende su objeto de estudio es mensurable y disciplinariamente estudiado.



En este breve análisis, se pretende comprender las nociones básicas que plantea el autor con relación al estigma y su posible utilidad para entender el problema de la mujer como construcción social. Es así como se abre paso a la siguiente interrogante ¿Ser mujer, para los hombres y la sociedad en general, representa un estigma?. Simone de Beauvoir (1908-1986) filosofa, señala de manera categórica que No se nace mujer, llega una a serlo […] la civilización en su conjunto es quién elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino[1]. Desde tiempos inmemoriales han existido mecanismos de interacción intraespecie que modelan la selección y clasificación de unos con respecto a otros.

En este sentido señala Goffman que la disciplina que se ha ocupado de forma intensa de los estigmas ha sido la psicología social[2], de forma precisa emite su primera noción de lo que es un estigma, señalando que se trata de la situación del individuo inhabilitado para una plena aceptación social[3]. Goffman, basa sus estudios en la revisión de casos clínicos lo que a nuestro juicio genera un sesgo en cuanto al análisis, ya que el enfoque sociológico del cual el mismo autor hará uso más adelante, observa elementos constituyentes del entorno y lo colectivo más allá del aspecto psíquico e individual propios de realidades particulares.

Los estigmas son un asunto social, pues tienen que ver con la escala relacional que rige a los distintos miembros de la especie humana. Saber cómo se van construyendo las normas que reglan dichas relaciones, cómo se establecen los roles de cada quién, cómo es que el lugar socialmente comprometido para cada organismo se encuentra preestablecido por un sentido común colectivo y casi que intangible a las estructuras simbólicas formales, son interrogantes propias del escenario sociológico.

Por otra parte, señala el autor un concepto que nos pareció importante por su utilidad en el análisis sociológico. Dicho concepto es el de información social, el cual se encuentra planteado por el autor como la información que proyecta el individuo sobre sí mismo. Todos y todas proyectamos una imagen social y culturalmente construida e interesada. Actuamos según el rol.
Los estigmas cuentan con una variedad que asombra, en tal sentido, asumiremos que por estigma se entiende marca (desde su origen etimológico). Estas marcas o signos cuentan en este caso con una objetivación negativa[4] . Lógicamente que en cuanto a las marcas corporales concretamente, hay toda una historia (Goffman llama a esto condiciones estructurales previas) que traspasa culturas y fronteras. En China a las mujeres se les obligaba preservar el tamaño del pie, llegando incluso a la castración, pues la norma social oriental señala como inadmisible que una mujer tenga un pie de un determinado tamaño. En el caso del medio oriente, tenemos por ejemplo la práctica en Egipto y África subsahariana de la infibulación en la población femenina a partir de la edad de cuatro años, con el objeto de cuidar o preservar el honor, evitar el placer y hacer más deseable el intercambio del objeto sexual que representa la mujer. En fin, para preservar una tradición cultural milenaria. En el caso de las mujeres pobres del continente americano observamos, por ejemplo, Ciudad Juárez (México) con los indicadores más elevados en feminicidios, ni hablar de Guatemala. En Europa, se aprecia igualmente la recurrencia de la violencia física y altos índices de eliminación física de mujeres. En todos los ejemplos anteriormente señalados, hay marcas o estigmas corporales, físicos, culturales y sexuales presentes en los normales tanto como en las estigmatizadas.


Las mujeres, hasta ahora hemos sido construidas desde otras voces, el lenguaje es un medio de dominación poderoso. Jean Jacques Rousseau en su libro Quinto del Emilio o la educación, nos describió como la dama de la alcoba y el hogar, sostenedora del hombre público y además reproductora de la especie. Por otra parte el Marqués de Sade nos describía, en su texto Filosofía del Tocador, como las mujeres dueñas del imperio de su sexualidad, sin inhibiciones, transgresora y ejerciendo ataques contra las instituciones sociales impuestas para la época, llegando a la degradación de la mujer e invitando al exterminio de la madre como arquetipo social. Es decir, castidad versus indecencia. Ambos valores, estigmas propios de una sociedad que guarda entre sus resquicios una práctica moral doble.

Suele suceder que para la mujer se han troquelado roles, se han escrito en las paredes de la sociedad funciones, espacios a ocupar y formas de comportarse, y cualquier variación en esta norma es una ruptura de la identidad social normada. En tal sentido Goffman, ratifica y señala que la Identidad Social (IS), necesaria para presentarse ante la sociedad no es más que atributos personales, valores y atributos estructurales o roles[5]. Esta IS, siempre ha creado expectativas sociales (lo que el colectivo espera), al ser defraudada la audiencia social en función del estereotipo de normalidad femenina, que es el caso concreto que nos ocupa, se cae en una polarización de la conducta: identidad real e identidad virtual en pugna. Como consecuencia tenemos que la mujer que se atreve a rebelarse contra la identidad social construida desde otras voces, pasa a ser blanco de violencia en todos los sentidos. Ocupar espacios laborales tradicionalmente concebidos para lo masculino, se traduce en el quiebre del ícono de la mujer tradicional, madre y reproductora, experta en el arte del cuido y el silencio.

La pregunta subsecuente, sería ¿será posible que la mujer, quién tradicionalmente ha sido construida por otros, pueda conceptualizarse a sí misma? Entendemos que estamos asumiendo un reto, pues tal como lo señala Rosa M. Rodríguez:

El dominado (en nuestro caso la dominada) nunca puede arriesgarse a investigar el dominio que sobre él (ella) se ejerce según un modelo caduco o insuficiente. Habrá que pensar lo femenino a la altura del momento, aunque esté fuera de moda…porque las modas también matan.[6]


Pues, ciertamente los estigmas tienen que ver con relaciones de poder y dominación. En el caso de las mujeres la marca física va en el órgano sexual, la marca social va en el troquel impuesto de madre y del que no hemos podido zafarnos, así como de reproductora y cuidadora dueña del imperio del espacio privado. También es un estigma político pues se trata de lo público; espacio que por tradición y de manera inconsciente ha sido negado a la mitad de la especie (lo femenino). Lo masculino requiere del estigma en lo femenino, pues la anormalidad de uno es la normalidad[7] del otro, tal como lo explicitó de manera magistral Goffman al citar el problema de la discriminación por color de piel. El blanco se siente superior y eleva su estimación en función del moreno, mulato, negro o chino. Confirmando lo anterior, Goffman señala que ciertamente un estigma es una clase especial de relación entre atributos, estereotipo (…) e inferioridad[8]. La situación de la mujer que no reúne el perfil del estereotipo, es de descrédito.


Para concluir este brevísimo análisis consideramos, que sí aplica el término estigma al concepto de mujer pues éste, según Goffman es un término desacreditador que va acompañado de un lenguaje de relaciones y no de atributos[9]que impulsa en el estigmatizado (nuestro caso la estigmatizada) la autocompasión, la naturalización de la condición de subordinación y sujeción con respecto al hombre, y la sociedad masculina hasta llegar al autorrechazo inclusive. La o el estigmatizado se siente vulnerable socialmente y, según Goffman, para reparar un estigma se debe reparar el Yo, tema que será analizado próximamente. 
Notas
[1]
Simone de Beuvoir. 1977. El segundo sexo. Tomo 2: la experiencia vivida. Buenos Aires, Editorial siglo veinte.
[2]
Cfr. Con Irving Goffman. Estigma la identidad deteriorada. 1963. Amorrotú Editores. Pág 7.
[3]
Ibid. Pág. 7.
[4]
Entendiendo por objetivación negativa de las marcas, estigmas o signos, la superación de la simple idea de rechazo o exclusión y pasando al acto concreto de selectivamente excluir, rechazar y/o condicionar al Otro estigmatizado.
[5]
Ibid: 13
[6]
Rosa María Rodríguez Magda. 2003. El placer del Simulacro, mujer razón y erotismo. Barcelona, España. Icaria Editorial. Pág. 15
[7]
Normalidad: (Cfr. Durkheim E. Reglas del método sociológico: lo normal y lo patológico). La normalidad para Goffman, viene a estar representada por aquellos que no se apartan negativamente de las expectativas particulares que están en discusión. Por lo general la tendencia negativa a excluir pareciera natural, pues suele tomarse por encima de las cualidades el atributo negativo para anular el resto de los atributos, así sean positivos. Normal también es la sagrada familia, es el ícono de la sociedad masculina: padre, madre e hijos, cualquier mujer, madre soltera, o soltera o con conductas sexuales diferentes al troquel pasa a ser estigmatizada, por ende, anormal (Pag. 14-15 y 17)
[8]
Irving Goffman. Estigma la identidad deteriorada. 1963. Amorrotú Editores. Pág 14
[9]
Ibid: 15

8/6/08

Breve análisis: Simmel: entre el orden interactivo y la cotidianidad de la especie

Imagen: Mujer desnuda.Darío Morales.Pintor Colombiano.

Georg Simmel (1858-1918) ha sido uno de los filósofos de la sociología alemana más importantes, por su contribución al análisis del orden interactivo y los detalles de la cotidianidad del individuo y su impacto social. Ha escrito un sin fin de obras, entre las cuales destacan Introducción a la ciencia moral (1892-1893), Filosofía del dinero (1900), Sociología (1908) y El conflicto de la cultura moderna (1918). Además de haber escrito artículos que generaron diversas polémicas como La metrópoli y la vida mental (1903). En este ensayo, el autor recoge las inquietudes particulares del ser urbano, su conducta, sus prácticas culturales y además su hipótesis –que como el autor señala- proponen que la tensión de los individuos en la sociedad moderna corresponde a un cierto tipo de tensiones que tocan su máxima altura al llegar al blasse.

Señala Simmel, como hecho interesante, que la personalidad moderna (contextualizado claro en la virginal y naciente economía capitalista moderna) se constituye de tres grandes aspectos: capitalista, indiferente y reservado (1903:1). Su acercamiento a la realidad se hace desde el enfoque psicológico y cultural, superando los análisis referidos a relaciones del ser humano como epifenómeno de lo económico, político e incluso religioso.

En fin Simmel, centra su esfuerzo en este escrito en la confrontación que sobreviene al individuo cuando se encuentra con el mundo exterior (Cfr. 1). Para Simmel, el problema de la vida moderna tiene que ver con las contradicciones entre la invidualidad y las avasalladoras fuerzas sociales, que más bien llamaría Durkheim presión social a partir de la conformación de un orden social necesario cimentado en la solidaridad orgánica para el ámbito de lo público y solidaridad mecánica desde el ámbito de lo privado. Entiendo, sin embargo, que para Simmel es el individuo el centro de su esfuerzo intelectual mientras que para Durkheim es el cuerpo social. Incluso, Simmel va mucho más allá y se atreve a señalar una sentencia lapidaria que iría contra grandes teóricos como Thomas Hobbes (Cfr. Pg 265 Leviathan), al señalar que la naturaleza del hombre es común a todos y originalmente buena (resaltado nuestro) (Simmel G., 1903:1).

Simmel reconoce que la hiperespecialización nos lleva indefectiblemente a la interdependencia social que según el autor, no tiene ninguna relación con la lógica competitiva. La lucha del ser moderno, será entonces la de evitar la supresión de su individualidad en nombre de la cohesión social. Asimismo Simmel, señala la preocupación por lo que pudiésemos llamar el proceso de adaptación y juste del ser humano a la vida social.

El aspecto biológico no esta fuera de su análisis sociológico ya que, incluso, vincula la práctica urbana con la vertiginosa vida en las ciudades y su influjo en el estimulo nervioso de los individuos. Establece un análisis comparativo entre la conducta y estructura mental y emocional del individuo en la ciudad y en el área rural. Señala, que hay una especie de letargo en la vida campesina el cual está vinculado a las tradiciones. Continúa describiendo y especificando las diferencias sociales, económicas e intelectuales del hombre de ciudad y de campo. Es así como Simmel llega a la conclusión de que el concepto de intelectualidad es una cualidad propia del citadino. La razón les asiste y les sirve de asidero para darle sentido a sus vidas.

La vida urbana tiene poder. Esta afirmación se encuentra subyacente en todo el escrito y, se encuentra fortalecida por el blindaje monetario con el cual cuenta la metrópoli. Se pudiese decir que acá, entra de manera ligera y hasta audaz aquella expresión muy cotidiana de nuestro pueblo que dice ¿Cuánto tienes, cuánto vales?. Es esta la expresión que engloba ese ropaje material con el que se recubre la urbe y quienes en ellas subviven. La cuantofrenía, el afán por lo mensurable, medible y explicable, señala de manera general Simmel, es propio del hombre citadino y racional.

Simmel llega a la conclusión de que la metrópoli se nutre en cuanto a sus relaciones comerciales del anonimato social. Más taxativamente señala que a través de este anonimato los intereses de cada parte adquieren un carácter casual, casi despiadado…la economía monetaria domina la metrópoli (1903: 3). En razón de esta reflexión el autor se plantea una dicotomía entre la influencia de la intelectualidad en la economía o al revés.

Otra de las afirmaciones problematizadoras de Simmel, es la que señala la calidad fría y calculadora de la mente moderna. Quizás producto de la complejidad de la pujante economía monetaria de la metrópoli. El elemento clave que permite la integración de todos estos elementos de la vida metropolitana, es el tiempo. Simmel, señala que la acuciosa práctica por ejemplo de llevar el control puntual del horario de trabajo, para el almuerzo, para estudiar, etc., nos permite la consolidación de las condiciones requeridas para mantener presionado el estimulo nervioso de los individuos lo que termina haciéndoles impersonales y vulnerables.

Para finalizar este breve análisis, podemos concluir que Simmel es un autor complejo, que se atrevió a mirar más allá de las abstracciones y utilizó la observación como estrategia que le permitió identificar elementos puntuales en el tejido cotidiano social y económico de su época que aún hoy lo mantienen vigente para la reflexión y el debate crítico.

Breve análisis: Schütz y la sociología fenomenológica: la interacción y los signos de dominación intraespecie

ibecast@gmail.com

Alfred Shutz (1899-1959), de origen austríaco, se dedicó a la sociología y al estudio y comprensión de los fenómenos sociales desde un enfoque totalmente diferente al de la Sociología clásica. Se dice que es el fundador de la sociología fenomenológica. Entre las teorías que componen el orden interactivo, el enfoque fenomenológico enriquecido desde los principios filosóficos de Edmund Husserl (1859-1938), vienen a abrir un camino diferente de abordaje y comprensión del mundo social que nos rodea y de la cotidianidad particular que nos moldea. En tal sentido hay otros autores útiles para comprender esta postura, como por ejemplo Peter Berger (1929) y Thomas Luckmann (1927), quienes en 1966 logran acertar en el mundo de la teoría con su obra La construcción social de la realidad, centrando su atención en los mecanismos de construcción del conocimiento social.

Los relatos, las grandes teorías occidentales y el positivismo duro, han agotado su discurso, lo que no significa pararse en las corrientes postmodernas del pensamiento. Las grandes corrientes teóricas de análisis, estudio, interpretación y cuantificación de la sociedad se han agotado. Ésta realidad, permite a las nuevas generaciones levantarse ante estos grandes muros teóricos para exigir, transgredir, construir, plantear y/o proponer otras opciones alternativas que satisfagan los requerimientos o demandas que se hagan hoy a la disciplina. Las abstracciones se quedan cortas ante la inmensa diversidad planetaria y la visibilización de lo que hasta ayer estaba oculto bajo el manto silencioso de la dominación de unos sobre otros.

Según la Dra. Rizo[1], el fenómeno de la comunicación, entendida esta como interacción que permite o facilita la organización del tejido social, es parte fundamental de la fenomenología social. De cierta manera es razonable tal afirmación, el ser humano se ha levantado desde la cualidad del lenguaje (desde el sentido social) y desde la práctica del habla (en el sentido individual de los sistemas de signos/símbolos particulares). Uno de los más recurrentes problemas de nuestra especie es la incomprensión de lo que se nos quiere decir, la concepción del lenguaje como medio de dominación poderoso (que libera o castra) y la permanente lucha por demostrarnos los unos a los otros la superioridad, es decir, la lógica del conflicto y no de la negociación en los procesos de interacción.

Señala la autora antes citada que la interacción es escenario de la comunicación, y a la inversa[2], hecho totalmente cierto. Siendo que la interacción supera, en cuanto a planteamiento teórico desde la teoría Goffmaniana, los simples actos del emisor-receptor e incluso entra en el campo de lo dialógico como principio fundamental de construcción social.

Las relaciones humanas, dinámicas como sólo ellas saben ser, están estrechamente vinculadas a procesos de atomización y reagrupamiento permanente de los grupos que la componen. Diversas causas impactan el cuerpo social, entre ellas podemos mencionar los intereses económicos, el género, la política, la cultura y la educación, entre otros. Difícilmente la especie encuentra convergencia total en pareceres, siempre acuden de forma habitual al disenso, la confrontación luego, hay un periodo estacionario de discusión o enfrentamiento definitivo lo que puede traer múltiples desenlaces y se puede desarrollar de diversas formas: la consolidación de la hegemonía de unos sobre Otros, la resistencia permanente de una de las partes, el exterminio del contrario, o el acuerdo mediante el aspecto normativo, aspecto último muy bien trabajado por Max Weber, al momento de analizar la sociedad de su tiempo.

[1] Rizo, Marta. 2005. Psicología social y la Sociología fenomenológica. Apuntes para la exploración de la dimensión comunicológica de la interacción. Global media journal, ISSN 1550-7521, Vol. 2, Nº. 3. [on line] En: http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?tipo_busqueda=CODIGO&clave_revista=7108

[2] Ibid. 2

1/3/08

Colombia, principio del fin?



En los últimos años y bajo el apoyo del Sr. Uribe y su camarilla, en el vecino país se han agudizado las agresiones bélicas contra las FARC. Hemos visto como, en una batalla desigual en términos tecnológicos y financieros, el imperio ha arremetido contra la histórica resistencia que mantiene las FARC. SE han negado a reconocer, después de más de 50 años de lucha, el carácter beligerante de dicha fuerza. Han entregado a líderes de este movimiento al imperio para que sean enjuiciados y sentenciados (caso de Sonia y Trinidad). Han apresado de manera provocadora en y durante los procesos de negociación y entrega de rehenes (hasta ahora seis ) por parte de las FARC al gobierno Venezolano, a Martín Sombra en la frontera colombo/venezolana, han arreciado los bombardeos en la selva colombiana a través de la militarización norteaméricana, asimismo el gobierno colombo/norteamericano ha despreciado la solicitud del secretariado de las FARC de despejar dos municipios del cauca, se han burlado y han expuesto a Piedad Córdova, han irrespetado al ciudadano presidente de nuestra querida república Bolivariana Hugo Chávez, en fin con tan inescrupulosos seres pluricelulares de esa calaña no se puede negociar.
Lamentablemente, la liberación unilateral es un arma de doble filo. Estos liberados hablan, por más años que pasen (salvo escasísima excepción) no cambian su visión del conflicto y cuentan con información valiosa de los movimientos de la guerrilla, sin considerar la ingratitud que a veces se posesiona de algunos cuerpos. A mi juicio, la liberación unilateral es un error militar y estratégico mientras no se garantice por el lado contrario cese a bombardeos o disposición a la negociación. Tan sencillamente porque no se quiere negociar, ya que la sentencia ha sido dictada. Estamos ante una situación compleja y de múltiples aristas, lo se. Pero no hay que ser muy experto para avizorar los nubarrones en el horizonte centroaméricano. Recordemos que Venezuela representa un plato apetecible y hace rato que andan buscando la forma de sitiarnos. ¿Qué mejor manera para el imperio posar sus nalgas en la casa del al lado?.
El colmo es que recientemente José Manuel Santos (MinDef Colombiano), rodeado de una manada de bestias sonrientes, anuncia la emboscada y el asesinato de 17 miembros de las FARC, entre ellos presuntamente Raúl Reyes, Frente 48/FARC. Hecho que considero lamentable. Y lo que es colmo mete en el repulsivo hecho a Correa, al agradecerle su colaboración.
Francamente, lo que provocan es…
En este sentido, desde el ligero y hormonal análisis-reflexión que dejé atrás pienso que aplica para nosotras/os como vecinos de Colombia y además en Revolución, desde el año 99 (sin desmeritar antecedentes históricos, como el 27-F y 4F) con el comandante Chávez a la cabeza, el viejo adagio que reza:
Si vienen por mí en la mañana, vendrán por ti al anochecer.
!! Resistencia, Solidaridad y saludo Revolucionario a todos los frentes de las FARC, constituidos por nobles y comprometidos hombres y mujeres!!

2/2/08

EL TUTOR/A COMUNITARIO/A: TERCER VÉRTICE ACADÉMICO DE FORMACIÓN EN PROYECTOS SOCIOCOMUNITARIOS.

Propuesta presentada y rechazado en PFG Gestión Social año 2005
Resumen presentado y aprobado para el Congreso Pedagogía 2007-La Habana Cuba
y el 5to Congreso Mundial de Juventudes Científicas-2007

ibecast@gmail.com

Resumen
La Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), cuenta con un orden curricular particular, que apunta a la formación de profesionales con un priorizado sentido humano en su quehacer. Esta novísima casa de estudio, está vinculada al proceso de transformación sociopolítico que ha vivido Venezuela. La naturaleza innovadora de los contenidos didácticos y programáticos de los Programas de Formación de Grado (PFG), contemplan el diseño de un eje transversal denominado Proyecto, que integra las competencias, saberes y habilidades del educando en las comunidades. Este eje, se ha convertido en un reto para los y las docentes, pues se trata de interactuar no sólo con el educando, sino en y con las comunidades. Y, en el caso del PFG Gestión Social para el Desarrollo Local, es una práctica vital. Es en este espacio, donde surge como propuesta piloto, la figura del Tutor/a Comunitario/a.

El Tutor/ra Comunitario/a es un educador/a y líder social natural, acreditado por la universidad de la vida, que apoya en el proceso de enseñanza, comparte sus saberes y señala in situ aciertos y debilidades del grupo (docente/estudiantes). Esta propuesta es el resultado de la experiencia vivenciada durante el desarrollo de Proyecto como eje integrador formativo y expresión de interacción académica y sociocomunitaria, en el PFG Gestión Social de la UBV-Caracas. Es una propuesta de acción pedagógica diferente y concreta, que reconoce la sabiduría y el conocimiento presente en la comunidad, trastoca la presunta dicotomía entre teoría y práctica, acción y reflexión, supera la lógica vertical en la relación investigador-docente–alumno apuntando a la ruptura o quiebre paradigmático del profesor/a como el único conocedor e investigador. Se plantea superar, en cuanto al proceso de interacción sociocomunitaria, las abismales distancias que existen entre la tradicional estructura universitaria, con sus asépticas prácticas pedagógicas formales, y las comunidades; asimismo se busca el intercambio de saberes mediante la multilogicidad, la cual permite la interrelación docente, estudiantes y comunidades: los tres vértices del proceso. Asimismo, es un mecanismo no excluyente de reconocimiento de las acciones que pudiesen desarrollar los grupos de estudiantes en las comunidades, lo que garantiza la pertinencia formativa. Lo social también es Ciencia. Lo cotidiano y lo formal se funden en los intersticios de lo humano, no hay prevalencia de una sobre otra.

Con el Tutor/ra Comunitario/a se pretende, fortalecer y a la vez aprender de los liderazgos naturales emergentes en las comunidades, enriquecer competencias y habilidades del estudiante dando sentido humano a su formación disciplinaria y consolidando su vinculación con la realidad concreta de la localidad abordada. El enfoque metodológico que acompaña este proceso, se sitúa en la concepción de la educación como herramienta liberadora, se trata de reconocer lo social-cotidiano como Ciencia lo que nos obliga a comprender, explicar y transformar la realidad desde métodos críticos de abordaje de lo social como la Investigación Acción Participativa (IAP) y la Sistematización de experiencias.

Como preconclusión, consideramos importante la posibilidad de experimentar un proceso educativo liberador, mediante la invención y/o aplicación mixta de estrategias pedagógicas diferentes, cuya práctica no es exclusividad de los profesionales o estudiantes que pertenecen al sistema formal educativo.

Palabras clave: Gestión Social, Tutor comunitario, multilogicidad, proyecto, condiciones reales de la comunidad

Add to Technorati Favorites
Free Sparkle Pink MySpace Cursors at www.totallyfreecursors.com