Intento de sinopsis de lo que ha sucedido en la UBV
Jesús, el gran maestro, dijo: "Si el mundo os aborrece, sabed que me aborreció a mí primero" y "si me persiguieron a mí, también a vosotros os perseguirán" (Juan 15: 18-20).Aquel de vosotros que esté libre de pecado, que tire la primera piedra (Juan 8: 7).
Recientemente se han desatado las lenguas y las plumas malintencionadas y también medio dionisiacas de algunos (as) que no tienen otro objetivo que resguardar el pequeño hilillo de poder que han obtenido (si se puede decir así). Por supuesto, ocultándose detrás de la muralla digital del anonimato electrónico y la ignorancia supina. En estos tiempos apocalípticos, cualquiera puede decir cualquier cosa, el asunto es asumir responsablemente las consecuencias de lo dicho. ¿Quién tiene el Revolucionometro para medir el compromiso? ¿Cuáles son los parámetros de tal aparato de medición? (Cfr. Biblia Jn 8:7). El hombre (y la mujer) es amo de lo que calla y esclavo de lo que dice, en mi caso he decidido no ser “ama”. La Universidad Bolivariana de Venezuela sede Caracas, tiene –como ya dije en escrito anterior – una génesis compleja y especialmente comprendida, como una estructura que pretendía o pretende innovar en educación superior, aspiración de vieja data y que en anteriores años intentaron otros pioneros (as). Y es compleja, entre otras razones, por que ha sido construida por seres humanos que lógicamente han colocado en ella no sólo logos sino también mucha pasión combinando tales ingredientes con la coyuntura especial que la gestó: la Revolución Bolivariana. La UBV debía y debe ser la universidad soñada para completar la hazaña revolucionaria. Lamentablemente quizás, los árboles impidan ver el bosque, como diría el Che. De acuerdo a los planteamientos generales de sus precursoras académicas: Castellano & Téllez, se pretendía innovar en nuevos campos formativos, avanzar en nuevas formas de acción pedagógica y una nueva estructura académica de carácter Inter y transdisciplinaria, saldar la deuda social educativa y alcanzar la tan anhelada masificación de la educación superior, impulsar la consolidación de profesionales con conciencia ciudadana, con sentido ético de compromiso y arraigo, reconocer e incluir los saberes acumulados en el escenario social. Innovar en cambios estructurales tales como: eliminación de facultades, la consolidación de “programas de formación” (PFG), y la consecuente articulación de las Coordinaciones de los PFG, en sustitución de la “Escuela”. En fin, terminaba haciendo especial énfasis –según la teoría plasmada en el Documento rector (2004)- en la dimensión ético-política formativa. La propuesta Castellano & Téllez pareciera superar la idea del profesor Mayz Vallenilla, quien en su texto, recoge la experiencia fundacional de la Universidad Simón Bolívar: “El sueño del futuro” (1983). En este texto el autor señala entre otras cosas, la experiencia de consolidación de una nueva “universidad experimental contemporánea”, de carácter Inter y multidisciplinaria, con énfasis en la utilización de la tecnología y sus avances, que según el mismo profesor Mayz Vallenilla sería una institución “cuyas características y modalidades educativas no estarían predeterminadas de antemano, sino que deben ser paulatinamente modeladas con el transcurrir del tiempo. A pesar de esta indispensable flexibilidad su objetivo esencial debe estar(...)al servicio del desarrollo nacional”.(1984: 82-84). El profesor Mayz Vallenilla va más allá y plantea superar cambios estructurales: facultades por Departamentos, escuelas por Coordinaciones. Se genera según el autor, una revisión del “saber y los valores que se enseñan” (ibid: 86). Además se planteaba el reto de que estos profesionales serían quienes tomarían las riendas del país para el año 2000. Hoy, revisando los resultados de aquella exploración histórica que se hiciese en la década de los 80’s, la población formada en las aulas de esta casa de estudio alcanzan aproximadamente para el año 1995 (cifra mas cercana que he podido obtener) “11.121 profesionales de pregrado y 1. 842 de postgrado”. La pregunta de rigor es ¿Cuántos de estos graduados (as) llenaron la aspiración de Mayz Vallenilla de servir a los intereses de la patria?; ¿Cuántos están subempleados, subpagados? y ¿Cuántos se han ido al exterior?.Esta situación incierta nos invita a reflexionar en torno a la pertinencia y capacidad de forjar compromiso en la formación de profesionales con sentido de arraigo por su patria y por el proceso de transformación que se lleva adelante hoy en nuestro país. La universidad Bolivariana de Venezuela por su parte, se encuentra aún en la fase de consolidación y acomodo. Quienes han tenido la honrosa tarea de dirigirla han dado tropiezo tras tropiezo. Castellano & Téllez fundan y consolidan las bases de la UBV, eso es innegable y respetable. Bases que han sido revisadas y modificadas aproximadamente seis veces, sin lograr alcanzar mejoras curriculares coherentes y ajustadas a la necesidad de la transformación Bolivariana. Para muestra un botón: Bolívar aún sigue ausente en los rincones de la UBV a excepción del busto que esta en la recepción. La UBV no escapaba a esa fatal posibilidad al igual que otras casas de estudios, de formar profesionales que sientan rechazo por el servicio a la patria y por el ideario Bolivariano. Es así que para el primer trimestre del año 2004, lo planteado inicialmente por la Rectora Castellano no se ajustaba al perfil docente que se estaba enquistando en la UBV, mucho menos al performance estudiantil que se estaba levantando. La profesora Orietta ingresa a la UBV a mediados del año 2004, para evitar el “desvío”. No olvidaré jamás ese histórico día del mes de Mayo de 2004, en el Salón Simón Bolívar de la UBV. Cuando la nueva rectora Profesora Caponi llamó para informar a la asamblea de estudiantes (en su mayoría de la histórica primera corte), docentes y personal administrativo y obrero, los cambios que traía consigo la nueva administración. La nueva rectora manifestó, entre otras cosas, la imperiosa necesidad de profundizar el trabajo socio-comunitario, la municipalización de la educación superior, la salida de Proyecto, como médula formativa, a las calles, el barrio o la comunidad. Expresiones que consecuentemente desataron en el corpus estudiantil y algunos docente una actitud dionisiaca de rechazo, arrastrada por el paroxismo. Parecía que las pocetas inteligentes de la perversa estructura lujosa que sirvió de sede a PDVSA, habían obnubilado a aquellos jóvenes que en su mayoría procedían, al igual que mucho docente, de las zonas populares. Se aburguesaron mentalmente en un periodo de tiempo impresionantemente corto. Recuerdo la expresión de una joven a quien particularmente le tengo una profunda estima pues actualmente sigue siendo mí alumna: “yo no voy a realizar trabajo en mi barrio, yo mas bien deseo salir de allí”. Hoy gracias a Dios su actitud es otra. En todo caso, Imagínense la decepción profunda para quien –como yo- creía y aún cree, que el profesional de las zonas populares debía ayudar a crecer a su comunidad, no avergonzarse por vivir en ella. Incluso, la decepción que generaba el hecho de que en tan corto tiempo estudiantes en su mayoría de las zonas populares rechazasen su propia realidad, como cantera de trabajo para ayudar solidariamente a mejorarla. Se había roto la premisa del “sentido de pertenencia y arraigo” y el discurso de la “inclusión” que se supone eran aristas del proceso formativo de la nueva universidad. Ya no querían el trabajo en el barrio, la comunidad o la urbanización. Estudiantes y profesores (as) exigían el régimen estrictamente presencial en aulas...las aulas de PDVSA. Se mantenían y profundizaban los muros mentales en los estudiantes y docentes. Surgieron muchas preguntas, entre ellas las relacionadas con Proyecto: ¿Cómo interactuar con las comunidades desde las aulas? mas aún ¿Cómo hacer trabajo comunitario estrictamente los lunes de 8: 00 am a 12:00 m.? ¿Cómo superar la lógica del o la académica disociada de la realidad cuando éste pretendiese abstraerse de ella y revisarla con pinzas y asco?; ¿Cuándo se aperturaría el compás (en el caso especifico del PFG Gestión Social) de trabajo con las comunidades y se superaría el tubo de las “redes” como eje único de desarrollo de competencias y habilidades por el estudiante adquiridas en su proceso formativo ? ¿Cómo guiar-orientar para liberar? no todo mundo andaba en-redado. La rectora Caponi entonces se propone como respuesta a la coyuntura académica, introducir en una de las tantas reformas curriculares la metodología de “aprendizaje por proyecto” que intentaba profundizar los lazos formativos con el trabajo sociocomunitario. La resistencia no se hizo esperar. Lo cierto es que en muchos casos, la dinámica superó la capacidad de asombro. Como herencia de la etapa Castellano & Téllez, se hablaba de la incertidumbre como pivote que articulaba quehaceres colectivos, académicos y administrativos. Esta incertidumbre fue suplantada en la segunda etapa (Caponi) por la posibilidad Robinsoniana de “Inventar o errar”. Cómo expresión de “seguridad” de la primera etapa fundacional de la UBV, se espiaba al colega detrás de las puertas de las aulas para escuchar lo que este(a) dialogaba con sus estudiantes, práctica que aún hoy no ha sido superada. Asimismo producto del ejercicio académico administrativo de la etapa Castellano & Téllez, se instigaba al corpus docente a labrar el camino de la transdisciplinariedad sin límite, como si fuese la panacea paradigmática.Entonces, luego de tanto ir y venir, ¿Cómo no imaginar que los y las futuras egresadas de esta casa de formación tengan el mismo final que los egresados del resto de las universidades tradicionales y no tan tradicionales como es la experiencia de la universidad Simón Bolívar?. Finalmente, creo que la sorna, el cinismo y la arrogancia de seres humanos que desperdician energías en escribir miserias sin argumentos, son –insisto- ingredientes de un perfil humano inútil para la construcción de una sociedad incluyente y para la elaboración del modelo educativo alternativo Bolivariano que incluso (a mi juicio), tiene como reto histórico superar la tesis del socialismo y parir lo verdaderamente nuevo.
Ingrid Castillo
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